Capítulo 9:
Lali pasó y corté a una de las chicas a mitad de una oración para alcanzarla.
- Espera, Pidge. Te acompaño.
- No tienes que acompañarme a todas las clases, Peter. Sé cómo llegar por mí misma.
Lo admito: Eso dolió un poco. Ni siquiera me miró cuando lo dijo, fue completamente indiferente.
En ese momento, una chica con una falda corta y piernas kilométricas pasó de largo. Su brillante cabello negro se balanceó contra su espalda mientras caminaba. Ahí fue cuando me golpeó: tenía que rendirme. Atrapar a una chica caliente al azar era lo que mejor hacía, y Lali no quería nada más que ser mi amiga. Pensé en hacer lo correcto y mantener las cosas platónicas, pero si no hacía algo drástico, ese plan se perdería en la maraña de pensamientos contradictorios y emociones girando dentro de mí.
Era tiempo de finalmente dibujar una línea. No merecía a Lali, de todas maneras. ¿Cuál era el punto?
Arrojé mi cigarrillo al suelo.
- Te veré más tarde, Pidge.
Puse mi cara de juego, pero no duraría mucho. Se había cruzado en mi camino a propósito, esperando que su corta falda y tacones de punta captaran mi atención. Me puse delante de ella y me giré, empujando las manos en mis bolsillos.
- ¿Tienes prisa?
Sonrió. Ya la tenía.
- Voy a clases.
- ¿O sí? ¿Qué clase?
Se detuvo, su boca estirándose en una sonrisa.
- Peter Lanzani, ¿correcto?
- Correcto. ¿Mi reputación me procede?
- Lo hace.
- Culpable.
Sacudió la cabeza.
- Tengo que ir a clases.
Suspiré, fingiendo decepción.
- Eso es una lástima. Estaba a punto de preguntarte si me ayudarías con algo.
- ¿Con qué? - Su tono era dudoso, pero aún seguía sonriendo. Podría sólo haberle pedido que me siga a casa para un polvo rápido y probablemente hubiera accedido, pero habría cierta cantidad de atractivo en ello.
- Para llegar a mi apartamento. Tengo un terrible sentido de la dirección.
- ¿Es eso entonces? - preguntó, asintiendo, frunciendo el ceño y luego sonriendo. Intentaba no verse alagada. Sus dos botones superiores estaban sueltos, dejando la curvatura de su seno y unos pocos centímetros de su sostén visibles. Sentí la familiar inflamación en mis jeans, y cambié mi peso al otro pie.
- Terrible - sonreí, viendo su mirada irse a la deriva, hacia el hoyuelo de mi mejilla. No sé por qué, pero el hoyuelo siempre parecía cerrar el trato.
Se encogió de hombros, tratando de mantener la calma.
- Muéstrame el camino. Si veo que te desvías de la ruta, tocaré la bocina.
- Estoy por este lado - dije, asintiendo en dirección al parque de estacionamiento.
Tenía su lengua en mi garganta antes de que hubiéramos subido las escaleras del apartamento, y empujaba mi chaqueta antes de que pudiera sacar la llave correcta. Éramos torpes, pero fue divertido. Tenía un montón de práctica abriendo la puerta de mi apartamento con mis labios sobre los de alguien más. Me metió dentro de la sala de estar en el segundo en que el cerrojo se desbloqueó, tomé sus caderas y las empujé contra la puerta para cerrarla. Puso sus piernas alrededor de mi cintura y la levanté, presionando mi pelvis contra la de ella.
Me besó como si se estuviera muriendo de hambre y supiera que había comida en mi boca. No estaba seguro. Como que me gustaba eso. Mordió mi labio inferior y dí un paso atrás, perdiendo el equilibrio y estrellándome contra el final de la mesa junto al sillón. Varias cosas golpearon el suelo.
- Ups - dijo riendo.
Sonreí y miré mientras caminaba hacia el sofá y se inclinaba sobre el respaldo de tal manera que sus nalgas quedaron visibles, junto con la tira más delgada de encaje blanco.
Me desabroché el cinturón y di un paso. Iba a hacerlo fácil. Arqueó su cuello y tiró de su largo cabello contra la espalda. Diablos, era caliente, le daría eso. Mi cremallera apenas podía contener lo que tenía debajo.
Se volteó para verme y me incliné, plantándole un beso en los labios.
- ¿Tal vez debería decirte mi nombre? - susurró.
- ¿Por qué? - jadeé - Me gusta esto.
Sonrió, enganchó sus pulgares a cada lado de sus bragas y entonces las bajó hasta que cayeron a sus tobillos. Sus ojos se conectaron con los míos, refrescantes y malvados.
La decepción de Lali pasó por mi mente.
- ¿Qué estás esperando? - preguntó, excitada e impaciente.
- Absolutamente nada - dije, sacudiendo la cabeza. Intenté enfocarme en su trasero desnudo contra mis muslos. Tener que concentrarme para mantenerlo duro era algo definitivamente nuevo y diferente, y todo era culpa de Lali.
Se acercó, me quitó la camisa, y entonces desabrochó mis jeans. Maldición. Trabajaba a paso de tortuga o esta mujer era una versión femenina de mi. Me quité las botas y me deshice de ellos, pateándolos a un lado.
Una de sus piernas se levantó y su rodilla se enganchó en mi cadera.
- He querido esto durante mucho tiempo - susurró contra mi oído - Desde que te vi en orientación el año pasado.
Llevé mi mano a su muslo, intentando pensar si había hablado con ella antes. Para el momento que mis dedos alcanzaron el final de la línea, éstos estaban empapados. No bromeaba. El equivalente a un año en juegos mentales hizo mi trabajo mucho más fácil.
Gimió al segundo que mis dedos tocaron su piel tierna. Estaba tan mojada que mis dedos no hacían mucha fricción, y mis pelotas comenzaban a doler. Sólo me había follado dos mujeres, como mucho, en las últimas semanas. Esta chica, y la amida de Janet. Lucy. Oh, espera. Con Megan, hacían tres. La mañana siguiente que conocí a Lali. Lali. La culpa se apoderó de mi, y tuvo un efecto negativo sobre mi erección.
- No te muevas - dije, corriendo únicamente en bóxer a mi habitación.
Saqué un paquete cuadrado de mi mesita de noche, y luego regresé a donde la morena aturdida estaba parada, exactamente de la manera en que la dejé. Tomó el paquete de mi mano y luego se apoyó sobre sus rodillas. Después de un poco de creatividad y trucos bastante sorprendentes con su lengua, tuve luz verde para empujarla contra el sillón.
Así que lo hice. Boca abajo con las brazos alrededor de ella, y amó cada minuto de ello.
- Para llegar a mi apartamento. Tengo un terrible sentido de la dirección.
- ¿Es eso entonces? - preguntó, asintiendo, frunciendo el ceño y luego sonriendo. Intentaba no verse alagada. Sus dos botones superiores estaban sueltos, dejando la curvatura de su seno y unos pocos centímetros de su sostén visibles. Sentí la familiar inflamación en mis jeans, y cambié mi peso al otro pie.
- Terrible - sonreí, viendo su mirada irse a la deriva, hacia el hoyuelo de mi mejilla. No sé por qué, pero el hoyuelo siempre parecía cerrar el trato.
Se encogió de hombros, tratando de mantener la calma.
- Muéstrame el camino. Si veo que te desvías de la ruta, tocaré la bocina.
- Estoy por este lado - dije, asintiendo en dirección al parque de estacionamiento.
Tenía su lengua en mi garganta antes de que hubiéramos subido las escaleras del apartamento, y empujaba mi chaqueta antes de que pudiera sacar la llave correcta. Éramos torpes, pero fue divertido. Tenía un montón de práctica abriendo la puerta de mi apartamento con mis labios sobre los de alguien más. Me metió dentro de la sala de estar en el segundo en que el cerrojo se desbloqueó, tomé sus caderas y las empujé contra la puerta para cerrarla. Puso sus piernas alrededor de mi cintura y la levanté, presionando mi pelvis contra la de ella.
Me besó como si se estuviera muriendo de hambre y supiera que había comida en mi boca. No estaba seguro. Como que me gustaba eso. Mordió mi labio inferior y dí un paso atrás, perdiendo el equilibrio y estrellándome contra el final de la mesa junto al sillón. Varias cosas golpearon el suelo.
- Ups - dijo riendo.
Sonreí y miré mientras caminaba hacia el sofá y se inclinaba sobre el respaldo de tal manera que sus nalgas quedaron visibles, junto con la tira más delgada de encaje blanco.
Me desabroché el cinturón y di un paso. Iba a hacerlo fácil. Arqueó su cuello y tiró de su largo cabello contra la espalda. Diablos, era caliente, le daría eso. Mi cremallera apenas podía contener lo que tenía debajo.
Se volteó para verme y me incliné, plantándole un beso en los labios.
- ¿Tal vez debería decirte mi nombre? - susurró.
- ¿Por qué? - jadeé - Me gusta esto.
Sonrió, enganchó sus pulgares a cada lado de sus bragas y entonces las bajó hasta que cayeron a sus tobillos. Sus ojos se conectaron con los míos, refrescantes y malvados.
La decepción de Lali pasó por mi mente.
- ¿Qué estás esperando? - preguntó, excitada e impaciente.
- Absolutamente nada - dije, sacudiendo la cabeza. Intenté enfocarme en su trasero desnudo contra mis muslos. Tener que concentrarme para mantenerlo duro era algo definitivamente nuevo y diferente, y todo era culpa de Lali.
Se acercó, me quitó la camisa, y entonces desabrochó mis jeans. Maldición. Trabajaba a paso de tortuga o esta mujer era una versión femenina de mi. Me quité las botas y me deshice de ellos, pateándolos a un lado.
Una de sus piernas se levantó y su rodilla se enganchó en mi cadera.
- He querido esto durante mucho tiempo - susurró contra mi oído - Desde que te vi en orientación el año pasado.
Llevé mi mano a su muslo, intentando pensar si había hablado con ella antes. Para el momento que mis dedos alcanzaron el final de la línea, éstos estaban empapados. No bromeaba. El equivalente a un año en juegos mentales hizo mi trabajo mucho más fácil.
Gimió al segundo que mis dedos tocaron su piel tierna. Estaba tan mojada que mis dedos no hacían mucha fricción, y mis pelotas comenzaban a doler. Sólo me había follado dos mujeres, como mucho, en las últimas semanas. Esta chica, y la amida de Janet. Lucy. Oh, espera. Con Megan, hacían tres. La mañana siguiente que conocí a Lali. Lali. La culpa se apoderó de mi, y tuvo un efecto negativo sobre mi erección.
- No te muevas - dije, corriendo únicamente en bóxer a mi habitación.
Saqué un paquete cuadrado de mi mesita de noche, y luego regresé a donde la morena aturdida estaba parada, exactamente de la manera en que la dejé. Tomó el paquete de mi mano y luego se apoyó sobre sus rodillas. Después de un poco de creatividad y trucos bastante sorprendentes con su lengua, tuve luz verde para empujarla contra el sillón.
Así que lo hice. Boca abajo con las brazos alrededor de ella, y amó cada minuto de ello.
Peterrr eres un cerdooo, PIENSA EN LALIII
ResponderEliminarSigeee Amigaaaa , Subeee Mas PORFI :*
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